Al realizar una reforma integral es importante pensar en la clase de material para los suelos. En el mercado existe parquet natural, tarima y parquet laminado o sintético.

  • Parquet natural: este tipo de parquet es muy bonito pero delicado. Se debe pulir y barnizar habitualmente.
  • Parquet laminado: es un material con una base de fibra de madera que se le adhiere un dibujo impreso imitación al parquet natural. Además se le aplican resinas y tratamientos para que tenga más resistencia. Por esta razón no es tan delicado como el parquet natural. Debemos aclarar que esta tipología de parquet está clasificado según la calidad por niveles que van desde el más bueno, el AC-1 hasta el AC-5, no tan delicado. Es fácil de mantener y es más económico.
  • Tarima: la base de este material es de fibra de madera con una capa de madera ancha encima. Es un tipo de suelo más duro, usado principalmente en exteriores.

También podemos clasificar los parquets según su forma de colocación:

  • Encolado: esta clase de parquet se pega sobre una superficie plana para anivelar el suelo. Normalmente se usa mortero, cerámica de poca calidad, madera, entre otros materiales base. Siempre compatible con el parquet.
  • Tarima: es un material formado por elementos de madera que se anivelan y reposan sobre la solera del forjado, un poco separados entre sí, sobre los cuales se coloca el pavimento de acabado normalmente clavado y clicado, siempre dejando una cámara de aire entre la solera y el acabado.
  • Tarima flotante: es un tipo de suelo que consiste en poner tarimas sobre la base con una lámina plástica que funciona como un amortiguador. Esta tipología de tarima sirve para mejorar el comportamiento acústico del pavimento.
  • Pavimento flotante: es cuando el pavimento sintético descansa sobre una lámina de plástico que sirve para amortiguar.

Tarima